lunes, 12 de enero de 2009

CRONICA DE LA NOVELA “EL QUINTO HIJO” DE DORIS LESSING


EL QUINTO MALO
Doris Lessing, escritora británica, ganadora del Premio Nobel de Literatura en el 2007, crea en 1988, el trigésimo primero libro llamado “EL QUINTO HIJO”, donde ha creado unos personajes de gran profundidad psicológica, especialmente la protagonista,
Harriet, dentro de una novela de lectura ágil con una trama dramática, que no sentimental, muy bien desarrollada y con tintes autobiográficos, ya que Lessing, es madre de 3 hijos, y tubo 2 matrimonios, y para ella no fue fácil seguir el sueño de escritora, se vio forzada a dejar atrás a su familia, por perseguir su sueño y realizarse como mujer.
“El quinto hijo” está ambientada en los años 70 del pasado siglo y frente a la crisis de la familia,
Harriet y David un par de individuos que se empeñara en tener una vida perfecta, con muchos hijos y crear un hogar con ambiente familiar. En 6 años nacerán 4 de sus hijos.
Para sus familiares cada hijo será un desafío al destino, pero en especial uno, “el quinto hijo”, llamado Ben.
La novela carece de todo elemento que podríamos identificar como fantástico. Se trata de una convencional matrimonio inglés que, pese a estar en los años sesenta del siglo XX, tienen una perspectiva de la vida bastante conservadora, al punto que deciden tener la mayor cantidad de hijos posible. Así, Harriet y David Lovatt consiguen una casa amplia en un pueblecito cercano a Londres. Sus cuatro primeros hijos vienen en intervalos de un año o dos, y realmente son una familia feliz, al punto que su casa se convierte en punto de reunión para sus demás parientes y amigos. Avanzamos de los años sesenta a los setenta, y es cuando deciden tener su quinto hijo. A partir de este punto, la trama se asemeja bastante a la novela La semilla del diablo de Ira Levin (llevada al cine por Roman Polanski con el título El bebé de Rosemary). El embarazo de Harriet es difícil, completamente anormal, al punto que cuenta el tiempo que falta para librarse del bebé. Cuando este nace, tiene un aspecto repulsivo, que hace a su madre exclamar "Parece un gnomo, o un duende o algo así".
En el transcurso de los años siguientes, la vida familiar de los Lovatt cambia de manera radical, y todos perciben que la causa de todo es el niño, quien tiene unas pautas de desarrollo muy particulares. Sus hermanos le temen. No es retardado mental, asiste a la escuela, pero siempre habla de forma bronca y torpe. El retrato que hace la autora de su adolescencia, con la familia en plena decadencia, nos recuerda al mundo de Alex, el protagonista de La naranja mecánica.
En lo largo de la novela se tocan y se reflexiona sobre temas como:
· la diferencia de clases
· valores
· la educación de los hijos
· las responsabilidades
· la importancia del hogar para un desarrollo equilibrado del individuo
· la felicidad
· los prejuicios
· la negligencia
· ignorancia
Y también surge la cuestión importante sobre una interrogante que se me formula ¿quién valora más un hogar, el qué lo tiene o el que carece de el?Con el nacimiento del quinto hijo llega la desgracia y se convertirá en una pesadilla para todos. La familia que habíamos conocido se desintegrará, y se verá llena de problemas existenciales, que realmente reflejan una familia que es parte de una sociedad retrograda y llena de prejuicios e ignorancia.
La autora plasma con total lucidez la soledad de las personas cuando los avatares de la vida les superan y no reciben la comprensión y el apoyo, por un lado de las entidades públicas, tanto sanitarias como educativas y, por otro del resto de la familia. Se cuestiona el estado del bienestar por dejar que las familias salgan adelante como buenamente puedan con el grave riesgo de desequilibrio emocional del alguno, como mínimo, de los miembros.
A partir de aquí la novela se convierte en un estudio concreto de sentimientos y emociones contradictorias que obligan a los protagonistas a plantearse su vida familiar, sus valores, y mirando por el bienestar de la familia a tomar arriesgadas decisiones que, en ocasiones, no serán compartidas por el otro miembro de la pareja. La familia se dividirá en dos bandos enfrentados a su pesar, esos dos bandos serán la familia y “el quinto hijo”.
El toque fantástico de la novela radica en la especulación respecto al origen real de Ben. El lector no puede más que considerar si acaso las antiguas leyendas respecto a niños cambiados por hijos de gnomos o duendes tengan un fondo de verdad, o que acaso nos encontramos ante una mutación o regresión genética, tanta es la sensación de extrañeza que nos llega a causar Ben. La presencia otros seres como él, tal como es percibida por su madre, le da a la historia un marco de amenaza indefinible que no da tregua al lector, incluso después de terminar de leer el libro. Ese es, creo, el punto fuerte de la novela: Lessing construye a su "monstruo" con elementos totalmente dramáticos. Ben no es particularmente deforme, no tiene poderes sobrehumanos, no comete actos que tal vez nosotros no hayamos cometido. De hecho, podría ser el hijo de uno de nuestros vecinos... o el nuestro.
Como mi opinión muy personal, este libro, refleja todo lo que hay en una sociedad como es en la que vivimos, y te pone a reflexionar sobre lo que realmente tenemos y si realmente lo valoramos, y también en la forma en que Lessing nos plantea muchas cosas, ella misma con sus palabras te mueve el corazón, y te llena de sentimiento, lleno de dolor y angustia, y así motivarte para darle un vistazo a lo que tu como persona estás haciendo o estas dejando de hacer.
Para mi “El quinto Hijo” me abrió mi mente y mi pensar, sobre lo que está ocurriendo con mi alrededor, y así tomar cartas en el asunto y que mi familia no sea como la Fam. Lovatt, no tanto por lo que son, sino por lo que se llegaron a convertir, también quiero recalcar que nunca es bueno ser pretencioso y querer siempre mas, tampoco estoy diciendo que hay que ser conformistas, pero si hay que tener siempre los pies en la tierra, porque a veces se nos puede salir todo de las manos, y no porque sea por castigo, sino porque así es la vida y en ella no hay nada escrito.
Doris Lessing El quinto hijo Colección Punto de Lectura Suma de Letras Madrid, noviembre 2001.

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